Mantener una
vivienda vacía puede resultar caro.
Mantener vigentes
los contratos de suministros, Impuestos como el IBI, cuotas y posibles derramas
de la comunidad de propietarios, seguro,… una serie de gastos fijos y variables
que pueden suponer una suma importante de dinero.
Impuestos: El hecho de tener la vivienda sin habitar,
no exime del pago de los impuestos asociados a ella. El IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) grava la
titularidad del bien inmueble y es uno de los más elevados.
El valor catastral
y la base imponible del tributo se determinan a partir del Texto Refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario,
se puede consultar en la web del Catastro y cada Ayuntamiento determina la cuantía final a pagar (basándose en valores
aportados por el Gobierno) y las fechas de pago según sus ordenanzas fiscales.
La tasa de basuras
es otro impuesto que el propietario no está exento de pagar, sea cual sea la
condición del piso.
Comunidad de Propietarios: Ser propietario
de una vivienda también tiene obligaciones con los vecinos de la finca.
Las cuotas de la
comunidad son obligatorias, tanto las necesarias para hacer frente a los pagos
habituales, (luz, ascensor, limpieza, seguro,…), como las posibles derramas por
gastos extraordinarios.
Otro gasto
adicional comunitario puede ser el sistema de calefacción central, que aunque
no se disfrute por estar el piso vacío, a cada propietario le corresponde pagar
su parte.
Suministros: Si se
decide mantener los contratos de luz, agua, gas y teléfono, se tienen que
pagar los consumos mínimos establecidos por las compañías suministradoras.
Tal vez la línea
telefónica que genera cada mes un gasto mínimo de cuota de línea y de
mantenimiento, sea la única de la que podamos prescindir.
El resto de
suministros es aconsejable mantenerlos dados de alta. Puede ocurrir que si éstos
se dan de baja y cambian las normativas, la nueva contratación obligue a
adecuar todas las instalaciones por no cumplir las nuevas prescripciones y este
hecho puede doblar el coste del mantenimiento mínimo.
Para ahorrar en
estas facturas, se puede eligir las tarifas cuyo coste sin consumo sea menor.
Seguro: Varía según el importe de continente y
contenido asegurado y de la compañía aseguradora. Es muy importante tener una póliza
contratada y para pisos vacíos se puede contratar la cobertura mínima.
Hipoteca: Es posible que la vivienda tenga una
hipoteca vigente y ese importe mensual se suma a los anteriores gastos
obligatorios citados.
Poner un inmueble
en alquiler y comenzar a rentabilizarlo puede ser la mejor idea.
Si se elige unos
inquilinos serios y solventes, supone tener una fuente de ingresos que se puede
transmitir entre generaciones. Además la titularidad de una vivienda nos puede
servir como aval ante un préstamo hipotecario.
Tener propiedades
no debe suponer continuas pérdidas, sino que hay que sacarles la mayor
rentabilidad posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario