lunes, 1 de febrero de 2016

GASTOS MÍNIMOS EN UNA CASA VACÍA


Mantener una vivienda vacía puede resultar caro.
Mantener vigentes los contratos de suministros, Impuestos como el IBI, cuotas y posibles derramas de la comunidad de propietarios, seguro,… una serie de gastos fijos y variables que pueden suponer una suma importante de dinero.

Impuestos: El hecho de tener la vivienda sin habitar, no exime del pago de los impuestos asociados a ella. El IBI  (Impuesto de Bienes Inmuebles) grava la titularidad del bien inmueble y es uno de los más elevados.
El valor catastral y la base imponible del tributo se determinan a partir del Texto Refundido de la Ley del Catastro Inmobiliario, se puede consultar en la web del Catastro y cada Ayuntamiento determina  la cuantía final a pagar (basándose en valores aportados por el Gobierno) y las fechas de pago según sus ordenanzas fiscales.
La tasa de basuras es otro impuesto que el propietario no está exento de pagar, sea cual sea la condición del piso.

Comunidad de Propietarios: Ser propietario de una vivienda también tiene obligaciones con los vecinos de la finca.
Las cuotas de la comunidad son obligatorias, tanto las necesarias para hacer frente a los pagos habituales, (luz, ascensor, limpieza, seguro,…), como las posibles derramas por gastos extraordinarios.
Otro gasto adicional comunitario puede ser el sistema de calefacción central, que aunque no se disfrute por estar el piso vacío, a cada propietario le corresponde pagar su parte.

Suministros: Si se decide mantener los contratos de luz, agua, gas y teléfono, se tienen que pagar los consumos mínimos establecidos por las compañías suministradoras.
Tal vez la línea telefónica que genera cada mes un gasto mínimo de cuota de línea y de mantenimiento, sea la única de la que podamos prescindir.
El resto de suministros es aconsejable mantenerlos dados de alta. Puede ocurrir que si éstos se dan de baja y cambian las normativas, la nueva contratación obligue a adecuar todas las instalaciones por no cumplir las nuevas prescripciones y este hecho puede doblar el coste del mantenimiento mínimo.
Para ahorrar en estas facturas, se puede eligir las tarifas cuyo coste sin consumo sea menor.

Seguro: Varía según el importe de continente y contenido asegurado y de la compañía aseguradora. Es muy importante tener una póliza contratada y para pisos vacíos se puede contratar la cobertura mínima.

Hipoteca: Es posible que la vivienda tenga una hipoteca vigente y ese importe mensual se suma a los anteriores gastos obligatorios citados.
Poner un inmueble en alquiler y comenzar a rentabilizarlo puede ser la mejor idea.
Si se elige unos inquilinos serios y solventes, supone tener una fuente de ingresos que se puede transmitir entre generaciones. Además la titularidad de una vivienda nos puede servir como aval ante un préstamo hipotecario.

Tener propiedades no debe suponer continuas pérdidas, sino que hay que sacarles la mayor rentabilidad posible.





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